pom pom pom, carazón que late de pasión

Mausoleo de Fabara

Mausoleo de Fabara
Fabara mayo 2007 Sueños de arquitectura http://anatomiainfinita.blogspot.com

domingo, 3 de junio de 2007

Ferlandina 49

Curioso lo de la calle Ferlandina (El Raval). Puedo pasear por ella dirección MACBA contemplando todas las graffiti y pintadas, una en cada número de inmueble, mientras la memoria recuerda sus diversos cambios.

La conocí como una calle comercial, con un almacén de maderas, pollería, cafetería, una casa con muñecos, mercería, lechería, colmado, un lavadero, tocinería, y dos farmacias; la calle entonces era prospera.
Después fue decayendo y los negocios fueron cerrando poco a poco. Las persianas metálicas antes abiertas ahora se cerraban llenándose de polvo, grasa y abandono.
En la calle empezó a proliferar un tipo de público poco aconsejable. Picos, papelinas, jóvenes deshechos por la adicción apoyados en las esquinas, que soportaban el peso que ellos no podían sobrellevar.
Después de caceroladas, años de espera y polvareda, emergió el Gigante Blanco y de cristal en la plaza de los Ángeles, grandes trailers circulaban por la calle llenándolo de Arte y configurando otra realidad en el barrio.
Ferlandina empezó a cambiar de color. La primera en apostar fue Merçe, transformó un antiguo almacén de ultramarinos desastrado en Galería de Arte (esquina con Sant Viçens). Beatrich una joyera alemana se montó al carro y abrió una joyería esquina con la plaza de los Ángeles. Le siguió un almacén de plátanos convertido en un hermoso restaurante al que se le añadieron diferentes bares, terrazas, música en directo y otros y otros y otros ...
El FAD (Foment de les Arts i del Disseny) con sus grandes letras en medio de la plaza y su restaurante dentro del convento.
La Mercería que respetando su estructura vende Arte y donde ayer se ofrecían batas, calcetines o hilos hoy podemos encontrar fotografía, dibujo, pintura, joyas, esculturas. Salud i molt jazz!!!

Las farmacias se transformaron: una en anticuario que finalmente paso a ser tienda de moda, la otra Ferladina 49 en Estudio de Arquitectura. Por cierto saludos amigo, que gusto estrecharte la mano.
Lo demás ya lo conocéis: la Ferlandina de hoy; colores, luces, ruido, donde el arte convive con la cotidianidad de los vecinos y un mundo cosmopolita de mil lenguas. Solo queda un colmado “paki" ahora en traspaso, en un futuro veremos colgar en su interior la obra de algún artista de vanguardia.